Descubre qué es el rendimiento histórico, cómo se calcula, para qué sirve y qué debes considerar antes de tomar decisiones de inversión.
El rendimiento histórico es una métrica utilizada para evaluar el comportamiento pasado de un instrumento financiero o portafolio, en un período determinado. En términos simples, mide cuánto ha ganado o perdido una inversión en el pasado, ya sea en términos porcentuales o absolutos.
Aunque el rendimiento pasado no garantiza resultados futuros, sigue siendo una herramienta clave para tomar decisiones informadas, comparar alternativas de inversión y entender cómo se comportan los mercados en distintos escenarios.
El rendimiento histórico puede calcularse de distintas formas, dependiendo del tipo de activo y del horizonte temporal. Las dos fórmulas más comunes son:
Ejemplo: si compraste una acción a $1.000 y ahora vale $1.200, el rendimiento histórico sería:
Sirve para saber cuánto creció (o decreció) una inversión promedio cada año durante un período:
Donde:
Este cálculo es especialmente útil para comparar inversiones de largo plazo o instrumentos que han tenido subidas y bajadas.
El rendimiento histórico no es sólo una cifra más. Es una herramienta clave en análisis financiero y decisiones de inversión. Sus principales usos incluyen:
Ayuda a comparar cómo se ha comportado, por ejemplo, un fondo mutuo versus un depósito a plazo o un índice bursátil como el S&P 500.
Permite ver cómo reaccionó una inversión ante crisis económicas, ciclos políticos o eventos globales (como pandemias o guerras).
Un activo que ha tenido rendimientos estables a lo largo del tiempo puede ser preferido sobre uno muy volátil, incluso si este último tuvo un rendimiento superior en un sólo año.
Al analizar distintos rendimientos históricos, los inversionistas pueden construir carteras más balanceadas, reduciendo riesgos y maximizando retornos potenciales.
Aunque útil, el rendimiento histórico no se debe interpretar como una predicción. Estos son algunos factores clave a tener en cuenta:
Es común ver la advertencia “rendimientos pasados no aseguran resultados futuros”. El mercado cambia constantemente: lo que funcionó antes, puede no funcionar en un futuro.
Un rendimiento del 15% puede ser bueno en un año, pero bajo si se obtuvo en 10 años. Siempre revisa el período considerado. Siempre debes considerar cuánto estás ganando vs. cuánto estás arriesgando, no olvides invertir según tu perfil de inversionista.
Además, no puedes olvidar hacer un estudio de cómo rentaron otros instrumentos similares, ya que ese 15% podría ser malo si un activo para un perfil de riesgo similar rentó un 20%.
El rendimiento histórico es importante, pero también debes considerar la inflación. Un rendimiento histórico del 5% en un contexto de inflación del 6% significa que, en términos reales, perdiste poder adquisitivo, a esto se le conoce como rentabilidad real de tu inversión.
Aprende más sobre cómo afecta la inflación a tus inversiones conservadoras.
Dos inversiones pueden tener el mismo rendimiento histórico, pero una puede haber tenido subidas y bajadas más pronunciadas. Por eso, se recomienda acompañar esta métrica con indicadores como la desviación estándar.
Veamos algunos casos para entender cómo se usa este concepto en la práctica:
El índice S&P 500 ha tenido un rendimiento histórico promedio cercano al 10% anual desde 1928 (considerando reinversión de dividendos), aunque con años de fuertes caídas como en 2008 o 2020.
Un fondo mutuo conservador puede mostrar rendimientos históricos del entre 3 y 6% anual, pero con muy baja volatilidad. Ideal para perfiles que priorizan estabilidad sobre rentabilidad.
Su rendimiento histórico suele ser estable y predecible, aunque normalmente más bajo. En Chile, ha rondado entre 1% y 5% anual dependiendo de la inflación y la tasa de interés vigente.
Existen diversas fuentes confiables para revisar el rendimiento histórico de instrumentos financieros:
El rendimiento histórico puede ayudarte a:
Por ejemplo, si estás invirtiendo a largo plazo y ves que un fondo ha rendido históricamente 7% anual, puedes usar ese dato para estimar posibles retornos futuros, sabiendo que pueden variar.
No necesitas ser experto para entender el rendimiento histórico. Basta con saber que te ayuda a tener una base objetiva para comparar alternativas y no dejarte llevar sólo por modas, marketing o intuiciones. Aún así, conviene complementar esta información con otras métricas, como:
El rendimiento histórico es como una brújula que te muestra por dónde ha pasado un vehículo, pero no garantiza que tomará el mismo camino en el futuro. Es útil, pero no es suficiente por sí sola.
Sirve como base para tomar decisiones más informadas, pero debe ir de la mano con una visión clara de tus objetivos, tu horizonte de inversión y tu tolerancia al riesgo.
La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.