Descubre qué es el value investing, cómo funciona esta filosofía de inversión y por qué puede ayudarte a reducir riesgos y mejorar resultados.
El value investing o inversión en valor es una filosofía de inversión que consiste en comprar acciones de empresas que estén subvaloradas por el mercado, pero que tienen buenos fundamentos. Es decir, se trata de invertir con fundamentos, buscando oportunidades donde el precio de mercado es menor al valor real de la empresa.
Fue popularizada por Benjamin Graham y David Dodd en la década de 1930 y más tarde por uno de sus alumnos más famosos: Warren Buffett, considerado uno de los inversores más exitosos de todos los tiempos.
El value investing no es una estrategia especulativa. Se basa en principios racionales y en análisis profundo. Sus pilares fundamentales son:
Es la estimación del valor real de una empresa, considerando su situación financiera, proyecciones futuras, flujo de caja, activos, entre otros. Este valor no siempre coincide con el precio de la acción en el mercado.
Los inversores en valor compran cuando el precio de mercado está muy por debajo del valor intrínseco. Esta diferencia actúa como una red de protección ante errores de cálculo o eventos imprevistos.
Para encontrar empresas subvaloradas, el value investing se basa en el análisis de los estados financieros, ratios como el P/E (price to earnings), P/B (price to book), ROE (return on equity), crecimiento sostenido de ingresos y rentabilidad estable.
Existen herramientas que pueden ayudarte a hacer estos cálculos o revisar el potencial de una empresa, como EMILE, el primer chatbot chileno que estudia a las principales empresas del IPSA.
No se trata de comprar y vender rápido. El value investing apuesta por mantener las inversiones durante varios años, esperando que el mercado reconozca el verdadero valor de la empresa.
La estrategia consiste en:
Por ejemplo: si una acción vale $50 en el mercado, pero tus estimaciones indican que la empresa vale $80, el value investing sugiere comprarla y esperar pacientemente hasta que el mercado la revalorice.
El margen de seguridad protege ante fluctuaciones del mercado o errores de cálculo.
Comprar barato y vender cuando el valor se reconoce permite obtener buenos retornos.
Evita decisiones emocionales. Se basa en datos concretos y un análisis objetivo.
No depende de las modas ni de las tendencias. El foco está en el valor real.
Mientras el value investing busca empresas infravaloradas, el growth investing o inversión en crecimiento se enfoca en empresas con alto potencial de crecimiento futuro, aunque sus acciones ya estén caras.
Warren Buffett compró acciones de Coca-Cola en 1988, cuando estaban castigadas por el mercado. Hoy, esa inversión representa miles de millones de dólares en valor. Lo mismo ha hecho con otras compañías como American Express, Bank of America y Apple, aplicando los principios del value investing.
Otro ejemplo clásico fue el rescate de Washington Post en los años 70. Buffett invirtió cuando nadie creía en su futuro, apostando a su valor real. El tiempo le dio la razón.
Como toda estrategia, el value investing también tiene riesgos:
No todas las empresas baratas son oportunidades. Por eso, es clave hacer un análisis riguroso.
Aunque muchas tecnologías han cambiado la forma de invertir, la filosofía del value investing sigue vigente. De hecho, con mercados más volátiles y sobrevaloraciones frecuentes, más inversores buscan refugio en activos con valor intrínseco.
La digitalización permite acceder a más información para realizar un análisis fundamental más preciso. Incluso plataformas como Holdo ofrecen herramientas automatizadas para ayudarte a obtener información sobre empresas chilenas.
El value investing no es sólo una estrategia de inversión, sino una filosofía que invita a tomar decisiones informadas, racionales y a largo plazo. Al centrarse en fundamentos, ayuda a reducir riesgos y evitar decisiones impulsivas.
En un mundo de ruido financiero constante, invertir en valor es una forma de recuperar el foco en lo que realmente importa: el valor real de las cosas.
La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.