La rentabilidad depende no sólo del instrumento que elijas, sino también de la moneda.
La inflación —el aumento general de precios— reduce el valor real de una moneda con el tiempo. En 2023, por ejemplo, la inflación en Chile fue de 7,6%, mientras que en Estados Unidos fue de 3,0%. Esto significa que el peso perdió más poder adquisitivo que el dólar.
Invertir en una moneda más estable como el dólar puede ayudarte a proteger tu rentabilidad real, especialmente si tu horizonte de inversión es a largo plazo.
Aunque el dólar puede subir o bajar en el corto plazo, su tendencia histórica frente al peso ha sido al alza. En marzo de 2008, el dólar costaba $437. En julio de 2023, ya superaba los $800, y comenzó el año 2025 con $1.000.
La economía estadounidense —más grande, diversificada y confiable— respalda la solidez del dólar como moneda. Por eso, muchas personas lo consideran un refugio en tiempos de incertidumbre.
Invertir en dólares no garantiza que siempre ganarás, pero te expone a una moneda con mayor estabilidad relativa.
Al invertir en pesos, estás limitado principalmente a productos locales. En cambio, al invertir en dólares, puedes acceder a:
Esto mejora la diversificación de tu portafolio, lo que puede ayudarte a reducir el riesgo y estabilizar tus rendimientos.
Sí, puedes invertir en instrumentos internacionales usando pesos chilenos. Pero muchas veces eso implica conversiones diarias de divisas y comisiones extra, lo que impacta directamente en tu rentabilidad.
Cuando inviertes en dólares desde el inicio, eliminas esos costos repetitivos y mejoras la eficiencia de tu estrategia de inversión.
Muchas personas compran dólares y los dejan guardados, pensando que es una inversión. Pero mantener dinero en una cuenta sin rentabilidad —aunque sea en una moneda fuerte— también te expone a la inflación.
Según el Diario Financiero, las cuentas en dólares en Chile crecieron un 124% en 2023. Pero si esos fondos no están invertidos, podrían estar perdiendo valor real lentamente.
Invertir tus dólares, en cambio, te permite generar rentabilidad y aprovechar el potencial de crecimiento global.
Al invertir en dólares, no puedes ignorar el tipo de cambio. Si compras dólares a un precio alto y luego necesitas volver a pesos cuando el tipo de cambio está más bajo, podrías ver mermada tu rentabilidad en tu moneda local.
Por eso, toda inversión en dólares debe tener un horizonte de largo plazo, idealmente, sin necesidad inmediata de convertir a pesos. Esto te permite sobrellevar las fluctuaciones del tipo de cambio sin entrar en pérdidas por efecto cambiario.
No hay una respuesta única, pero estas son algunos escenarios que podrían ayudarte a decidir. Ten en consideración, que esto no corresponde a una asesoría de inversión, siempre debes pedir consejo de un experto para que revise tu caso particular.
Elegir entre invertir en pesos o dólares no sólo influye en tu rendimiento final, también impacta en tu exposición al riesgo, tu acceso a instrumentos y la estabilidad de tu patrimonio.
Decidir si invertir en pesos o dólares no es sólo una cuestión de rentabilidad, sino de estrategia. Ambas monedas pueden tener un lugar en tu portafolio, dependiendo de tus objetivos, tolerancia al riesgo y horizonte de inversión.
En Holdo, te ayudamos a construir una cartera personalizada, combinando asesoría automatizada e inteligencia artificial. Para que inviertas de forma eficiente —ya sea en pesos, dólares o ambos— y siempre con claridad.
La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.