ETFs vs acciones y fondos mutuos: ¿cuál conviene más?

ETFs, acciones o fondos mutuos: compara y elige la inversión que más te convenga.

Claudio Rehbein
Claudio Rehbein
edificios que representan a etfs

ETFs vs acciones y fondos mutuos: ¿cuál conviene más?

En el mundo de las inversiones existe una gran variedad de instrumentos. Entre los más conocidos están las acciones, los fondos mutuos y, más recientemente, los ETFs. Cada uno tiene ventajas, limitaciones y están pensados para distintos tipos de inversionistas. La pregunta que surge entonces es: ¿qué conviene más entre ETFs, acciones y fondos mutuos?

La respuesta depende de tus objetivos financieros, tu tolerancia al riesgo y tu horizonte de inversión. En este artículo revisaremos las diferencias entre ETFs y acciones, las diferencias entre ETFs y fondos mutuos, y cómo elegir el vehículo adecuado para tu estrategia.

Diferencias entre ETFs y acciones

Las acciones representan la propiedad en una empresa específica. Cuando compras una acción de Apple, Microsoft o SQM, te conviertes en socio de esa compañía y tus resultados dependerán directamente de su desempeño en el mercado. Si a la empresa le va bien, tus acciones pueden subir mucho; pero si enfrenta problemas, el valor de tu inversión puede caer con la misma rapidez.

Los ETFs, en cambio, son fondos cotizados que agrupan múltiples activos en una sola canasta. En lugar de apostar por una empresa en particular, inviertes en un portafolio diversificado que puede replicar un índice como el S&P 500, un sector como tecnología o incluso un commodity como el oro. Esto significa que, con una sola operación, tu inversión se podría distribuir entre decenas o cientos de activos distintos.

Rentabilidad y riesgo

Las acciones pueden entregar rendimientos muy altos si la empresa que eliges tiene un crecimiento sólido y sostenido. Sin embargo, el riesgo es igualmente elevado: basta con un mal trimestre o un cambio en la industria para que el precio de la acción caiga con fuerza.

Con los ETFs, el riesgo se distribuye porque el desempeño depende del conjunto de activos que los componen. Si una empresa que se encuentra en el ETF tiene malos resultados, el resto de los activos que componen el instrumento pueden compensar su desempeño, ya que esta acción sólo representaría una parte del ETF y afecta en la misma proporción. Esta diversificación hace que los ETFs sean menos volátiles que apostar por una sola acción.

Liquidez y costos

Tanto las acciones como los ETFs cotizan en bolsa, lo que significa que se pueden comprar y vender en tiempo real durante toda la jornada bursátil. La diferencia está en los costos: los ETFs suelen tener comisiones de administración muy bajas, ya que en su mayoría siguen estrategias pasivas. Esto los convierte en una alternativa más eficiente para quienes buscan mantener inversiones a largo plazo sin pagar costos excesivos.

Síntesis de la comparación

En definitiva, la gran diferencia está en el grado de concentración y diversificación. Invertir en acciones es apostar por una sola empresa, con el potencial de altas ganancias pero también con un riesgo mayor. Invertir en ETFs significa diversificar automáticamente con un sólo instrumento, reduciendo la exposición individual y optimizando los costos.

Tabla comparativa: ETFs vs Acciones

Diferencias entre ETFs y fondos mutuos #diferencia-con-fondos-mutuos

A primera vista, los ETFs y los fondos mutuos parecen muy similares: ambos reúnen el dinero de muchos inversionistas y lo invierten en una cartera diversificada de activos que puede incluir acciones, bonos o instrumentos de renta fija. Sin embargo, existen diferencias importantes en la forma en que se transan, en sus costos y en el nivel de transparencia que ofrecen.

Valoración y liquidez

La diferencia más evidente está en la forma de comprar y vender. Los fondos mutuos se valorizan sólo una vez al día, al cierre del mercado, lo que significa que no puedes conocer el valor exacto de tus cuotas en tiempo real. Los ETFs, en cambio, cotizan en bolsa igual que una acción y su precio fluctúa durante toda la jornada bursátil. Esto les da una liquidez inmediata, ideal para quienes buscan flexibilidad al momento de entrar o salir de una posición.

Costos de administración

En general, los fondos mutuos tienden a ser más caros. Sus comisiones incluyen el trabajo de gestores activos que seleccionan los activos y toman decisiones de compra y venta. Los ETFs, sobre todo los de gestión pasiva, replican un índice y no requieren tanta intervención humana, por lo que sus costos de administración suelen ser mucho más bajos. A largo plazo, esta diferencia de comisiones puede representar una gran ventaja para los ETFs.

Acceso a diversos mercados

Los fondos mutuos tradicionales suelen concentrarse en activos más clásicos, como acciones de empresas locales, bonos corporativos o gubernamentales, e incluso instrumentos de renta inmobiliaria.

En cambio, los ETFs permiten llegar a clases de activos y sectores que rara vez están disponibles en un fondo mutuo. Con ellos es posible invertir en materias primas como oro, plata o cobre, en energías limpias, en sectores tecnológicos globales y, en algunos casos, incluso en criptomonedas.

Transparencia y composición

Los fondos mutuos informan la composición de su cartera de manera mensual o trimestral, lo que puede dificultar tener claridad sobre en qué activos estás invertido en cada momento. Los ETFs, en cambio, publican diariamente su cartera, lo que da un mayor nivel de transparencia.

Perfil de inversionista

Los fondos mutuos suelen ser atractivos para quienes buscan delegar por completo la gestión y no les importa pagar comisiones más altas a cambio de comodidad. Los ETFs son ideales para inversionistas que valoran la eficiencia, la transparencia y la posibilidad de ajustar su portafolio con rapidez, todo con costos reducidos.

Síntesis de la comparación

Aunque ambos permiten invertir de forma diversificada, los ETFs y los fondos mutuos se diferencian en aspectos clave. Los fondos mutuos son gestionados por administradores y se valorizan sólo una vez al día, lo que implica menor liquidez y costos más altos. Además, suelen publicar su cartera de forma mensual o trimestral, lo que limita la transparencia inmediata.

Los ETFs, en cambio, cotizan en bolsa como una acción, lo que otorga liquidez en tiempo real y costos generalmente más bajos, especialmente en los de gestión pasiva. También destacan por su transparencia, ya que informan diariamente qué activos los componen.

En síntesis, los fondos mutuos son más adecuados para quienes prefieren delegar completamente la gestión, mientras que los ETFs resultan atractivos para inversionistas que buscan eficiencia y menores comisiones.

Tabla comparativa: ETFs vs. Fondos Mutuos

ETFs: el punto medio entre acciones y fondos mutuos

Podría decirse que los ETFs combinan lo mejor de ambos mundos. Tienen la liquidez y simplicidad de una acción, pero al mismo tiempo ofrecen la diversificación de un fondo mutuo.

Acceso global con bajo costo

Un sólo ETF puede darte exposición a mercados internacionales, sectores innovadores o materias primas, sin necesidad de abrir cuentas en el extranjero o analizar empresa por empresa.

Ideal para distintos perfiles

Un inversionista conservador puede optar por ETFs de bonos, mientras que alguien con apetito de riesgo puede preferir ETFs tecnológicos o temáticos. Esta flexibilidad convierte a los ETFs en un instrumento adaptable para todo tipo de objetivos. De todas formas, es ideal que evalúes la posibilidad de invertir en ETFs con tu asesor financiero, debido a que suelen estar en otras monedas. 

¿Cuál conviene más según tu perfil de inversión?

La decisión entre ETFs, acciones o fondos mutuos no tiene una respuesta única. Todo depende de lo que busques lograr. Esto es una mera guía y no constituye una asesoría de inversión, para ello deberíamos conocer tus objetivos y tu historial. En Holdo, contamos con asesorías gratuitas con un equipo profesional y certificado, si quieres puedes agendar tu llamada

Inversionista conservador

Si tu prioridad es la estabilidad, un fondo mutuo conservador o un ETF de renta fija puede ser una mejor alternativa. Ambos reducen la volatilidad, aunque el ETF suele tener costos más bajos.

Inversionista moderado

Para quienes buscan equilibrio entre riesgo y retorno, los ETFs que replican índices globales o los fondos mutuos balanceados pueden ser la mejor opción. Los ETFs, en este caso, ofrecen más transparencia y liquidez.

Inversionista arriesgado

Si tu objetivo es maximizar el crecimiento, probablemente te inclines por acciones de empresas de alto potencial o por ETFs temáticos en sectores como tecnología o energías verdes. La diferencia está en el riesgo: las acciones concentran la apuesta, mientras que los ETFs permiten diversificar dentro del mismo sector.

Riesgos de cada instrumento

Ninguna inversión está libre de riesgos. Entenderlos es clave para elegir la opción más adecuada.

Riesgos de las acciones

El mayor peligro es la concentración. Dependes de la suerte de una sola empresa. Una noticia negativa, cambios regulatorios o un mal trimestre pueden derrumbar el valor de tu inversión.

Riesgos de los fondos mutuos

El principal riesgo es el costo. Comisiones altas pueden comerse una parte importante de la rentabilidad a largo plazo. Además, la falta de transparencia puede hacer más difícil evaluar el desempeño real de la cartera.

Riesgos de los ETFs

Aunque suelen ser más eficientes, los ETFs también enfrentan riesgos de mercado, de concentración y de liquidez en algunos productos poco transados. En ETFs temáticos o sectoriales, la volatilidad puede ser tan alta como en una acción individual.

En resumen, la clave está es saber elegir el instrumento adecuado

Las diferencias entre ETFs y acciones y las diferencias entre ETFs y fondos mutuos muestran que no hay una respuesta universal a la pregunta de cuál conviene más.

  • Las acciones son ideales si quieres apostar por empresas puntuales con alto potencial, asumiendo mayor riesgo.
  • Los fondos mutuos ofrecen gestión profesional y comodidad, aunque con costos más altos y menor transparencia.
  • Los ETFs representan un equilibrio: diversificación inmediata, liquidez en tiempo real y comisiones bajas.

En definitiva, lo importante no es elegir un instrumento sobre otro, sino entender cómo cada uno puede aportar dentro de una estrategia más amplia. Para algunos perfiles será mejor combinar ETFs y fondos mutuos; para otros, mezclar ETFs con acciones específicas. Lo fundamental es que tu decisión esté alineada con tus metas y tu tolerancia al riesgo.

Tus objetivos son únicos, tus inversiones también deberían serlo. Agenda una asesoría.

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La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.