Conoce los costos de los ETFs y cómo Holdo elige los más eficientes para tu portafolio.
Los ETFs (Exchange Traded Funds) se han consolidado como una de las formas más eficientes de invertir en mercados globales. Combinan la diversificación de un fondo con la liquidez de una acción, y se caracterizan por tener comisiones más bajas que los fondos tradicionales.
Sin embargo, muchos inversionistas pasan por alto que, aunque los ETFs son baratos, no son gratuitos. Existen distintos tipos de costes de ETFs que impactan directamente en tu rentabilidad final. Conocerlos es clave para elegir bien y no llevarse sorpresas.
En esta guía revisaremos en detalle cuáles son los costos de un ETF, cómo se calculan y qué diferencias existen entre los ETFs pasivos y los activos.
Los costes de un ETF son los gastos asociados a mantener y operar este instrumento. Aunque suelen ser más bajos que los de los fondos mutuos, tienen varios componentes que influyen en la rentabilidad.
De manera general, se dividen en dos grandes grupos:
Comprender estos elementos es fundamental antes de decidir qué ETF añadir a tu portafolio.
El TER es el coste más conocido y representa el porcentaje anual que el gestor del ETF cobra por administrarlo. En ETFs pasivos, suele ser muy bajo (0,05%–0,25%), mientras que en ETFs activos puede superar el 0,5% o incluso el 1%.
Aunque la diferencia parece pequeña, en el largo plazo puede impactar en tu rentabilidad. Por eso, siempre es recomendable comparar el TER entre ETFs similares antes de invertir.
El spread es la diferencia entre el precio de compra (ask) y el de venta (bid) del ETF en el mercado. Cuanto más líquido sea el ETF, menor será este coste oculto. En ETFs muy grandes y populares, el spread suele ser de apenas céntimos, pero en ETFs de nicho o poco transados puede ser mucho mayor.
El tracking difference mide la diferencia entre el rendimiento real del ETF y el del índice que busca replicar. Factores como la eficiencia de gestión, los impuestos sobre dividendos o los costos operativos pueden generar una brecha. Cuanto menor sea esta diferencia, más fiel es el ETF a su objetivo.
Al comprar o vender un ETF, tu intermediario financiero puede cobrarte una comisión de transacción. En Chile y en muchos países, estas comisiones han ido bajando con la llegada de plataformas digitales, pero aún existen. Conviene informarse antes de elegir dónde invertir.
En cada país existen impuestos distintos que pueden aplicarse a los ETFs. En Chile, por ejemplo, las ganancias obtenidas pueden estar sujetas a impuestos, dependiendo del tipo de ETF y de la normativa tributaria vigente. Este es un coste indirecto que debe considerarse en el cálculo de la rentabilidad neta.
Para entender cómo impactan los costes de operar un ETF, veamos un ejemplo sencillo.
Imagina que inviertes $10.000.000 en un ETF pasivo con un TER de 0,1% anual. Sólo por gestión, pagarías $10.000 al año. Si además el spread promedio es de 0,05% cada vez que compras o vendes, y realizas tres operaciones en un año, añadirías otros $15.000 en costes indirectos.
En total, esos costos pueden parecer pequeños, pero si comparas un ETF con TER de 0,1% versus otro de 0,6%, la diferencia acumulada en 10 años puede ser enorme.
Uno de los errores más comunes al invertir es fijarse sólo en la rentabilidad histórica de un ETF y pasar por alto el impacto de sus costos. A largo plazo, una diferencia de apenas 0,5% en comisiones puede traducirse en millones perdidos en rentabilidad acumulada.
En Holdo este aspecto es clave. El algoritmo de la plataforma (Harry IA) no sólo evalúa el rendimiento esperado de un ETF, sino también sus costos de gestión, spreads y eficiencia de réplica. De esta manera, se seleccionan únicamente aquellos ETFs que ofrecen la mejor relación precio–calidad, evitando cobros excesivos que reducen el beneficio real del inversionista.
El objetivo es claro: que cada portafolio maximice su rentabilidad neta, es decir, lo que realmente llega al bolsillo del cliente después de descontar comisiones. Esta metodología asegura que las decisiones de inversión no estén sesgadas por un único factor (como la rentabilidad pasada), sino que integren un análisis completo donde los costos juegan un papel central.
Así, al invertir en ETFs a través de Holdo, no sólo accedes a una diversificación global, sino también a una estrategia diseñada para proteger tu rentabilidad de largo plazo frente a comisiones excesivas.
Aquí es donde aparece la gran diferencia.
Si quieres profundizar, revisa nuestros artículos dedicados a los costes de ETFs pasivos y a los costes de ETFs activos.
No todo se reduce a las comisiones. A la hora de invertir, también conviene tener en cuenta:
Un ETF con mucho volumen de transacción suele tener spreads más bajos, lo que significa menores costos de entrada y salida.
Si tu idea es mantener el ETF por muchos años, un TER bajo puede marcar una gran diferencia. En cambio, si buscas movimientos tácticos a corto plazo, la liquidez y los spreads serán más relevantes.
Un inversionista conservador probablemente prefiera ETFs pasivos de bajo costo y amplio respaldo, mientras que uno más arriesgado podría aceptar los costos mayores de un ETF activo si confía en la estrategia del gestor.
Los costes de un ETF son un factor clave para decidir dónde poner tu dinero. Aunque en general son más bajos que los de los fondos tradicionales, incluyen distintos componentes que conviene conocer: TER, spreads, tracking difference, comisiones de transacción e impuestos.
La regla general es clara: cuanto menores sean los costos, mayor será la rentabilidad que llega finalmente a tu bolsillo. Pero también es importante evaluar otros factores como la liquidez, la estrategia del ETF y tu propio perfil como inversionista.
En definitiva, los ETFs pueden ser una de las herramientas más eficientes del mercado, siempre que entiendas bien cuáles son los costos de un ETF y cómo estos impactan en tu estrategia de inversión.
La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.