Costes de ETFs pasivos: guía completa para invertir con eficiencia

Aprende cómo los ETFs pasivos, como el SPLG del S&P 500, ofrecen eficiencia con costes mínimos.

Matías Humud
Matías Humud
dos edificios iguales para representar etfs pasivos

Los ETFs pasivos son la forma más popular y eficiente de invertir en los mercados. Su objetivo es muy claro: replicar el comportamiento de un índice de referencia, como el S&P 500, el Nasdaq 100, el Euro Stoxx 50 o el MSCI World.

La principal razón de su éxito está en su bajo coste. Al no requerir un equipo gestor que tome decisiones activas, los ETFs pasivos pueden mantener comisiones muy reducidas y ofrecer a los inversionistas una exposición global, diversificada y transparente.

Pero incluso en este tipo de fondos, es importante conocer cuáles son los costes de los ETFs pasivos y cómo impactan en la rentabilidad real. En este artículo, analizaremos sus características, ventajas, desventajas, tipos de costes y un ejemplo práctico con el SPLG, un ETF pasivo que replica al S&P 500.

¿Qué es un ETF pasivo?

Un ETF pasivo es un fondo cotizado en bolsa que sigue un índice específico. Su gestión consiste en comprar los mismos activos que componen ese índice en la misma proporción, de forma que su rendimiento sea prácticamente idéntico.

Por ejemplo, si eliges un ETF que replica al MSCI World, estarás invirtiendo indirectamente en miles de empresas de distintos países desarrollados. Si compras un ETF del S&P 500, tu portafolio reflejará a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos.

Esto significa que, con una sola operación, puedes acceder a una gran variedad de empresas, sectores y mercados —dependiendo del instrumento que elijas— sin tener necesidad de elegir cada acción por separado.

Ventajas de los ETFs pasivos

Los ETFs pasivos se han convertido en la elección preferida de millones de inversionistas por varias razones:

Costes muy bajos

Al no tener un equipo gestor tomando decisiones complejas, sus comisiones de gestión (TER) suelen estar entre 0,03% y 0,20% anual, lo que los convierte en una de las alternativas más baratas para invertir en bolsa.

Transparencia total

Es fácil saber en qué inviertes. La mayoría de los ETFs pasivos publica diariamente su composición, y al estar ligados a un índice conocido, cualquier persona puede revisar los activos que lo conforman.

Diversificación 

Con una sola compra accedes a decenas, cientos o incluso miles de activos. Esto mitiga el riesgo de apostar todo a una sola acción o sector. Sin embargo, no lo elimina por completo. 

Rentabilidad consistente

Aunque no suelen superar el rendimiento del mercado, lo replican de forma eficiente. A largo plazo, esa consistencia, sumada a sus bajos costes, puede ser incluso más rentable que estrategias activas mal gestionadas.

Desventajas de los ETFs pasivos

Pese a sus ventajas, los ETFs pasivos no son perfectos. Sus limitaciones más relevantes son:

No pueden batir al mercado

Un ETF pasivo tiende a igualar el rendimiento del índice, nunca superarlo. Si buscas oportunidades adicionales de rentabilidad, necesitarás considerar otras estrategias adicionales.

Exposición total al riesgo del índice

Si el índice cae, tu ETF también lo hará. La diversificación protege frente a riesgos individuales de empresas, pero no frente a caídas generales del índice.

Falta de flexibilidad

Los ETFs pasivos no se ajustan ante cambios económicos o tendencias de mercado: siguen siempre al índice, sin margen de maniobra.

¿Cuáles son los costes de los ETFs pasivos?

Aunque son más baratos que los activos, los ETFs pasivos también tienen costes que conviene conocer:

Comisión de gestión (TER)

El Total Expense Ratio (TER) refleja el porcentaje anual que cobra el fondo por operar. En ETFs pasivos suele estar entre 0,03% y 0,20%, dependiendo del índice replicado y del proveedor.

Costes de transacción internos

Cuando los índices cambian su composición (por ejemplo, entra una nueva empresa al S&P 500 y sale otra), el ETF debe ajustar su cartera, lo que genera pequeños costes de transacción.

Tracking difference

Mide la diferencia entre el rendimiento del ETF y el del índice que replica. En ETFs pasivos suele ser mínima, pero puede aparecer por costes operativos, impuestos sobre dividendos o pequeños retrasos en la replicación.

Spread de compraventa

Al ser fondos cotizados en bolsa, también existe un diferencial entre el precio de compra y el de venta. En ETFs pasivos grandes y populares, los spreads son muy bajos; en otros menos líquidos, pueden ser más amplios.

Ejemplo práctico: SPLG, un ETF pasivo del S&P 500

Un buen ejemplo de los costes de un ETF pasivo es el SPLG (SPDR Portfolio S&P 500 ETF), gestionado por State Street Global Advisors. Este fondo replica al S&P 500, el índice que agrupa a las 500 empresas más grandes de EE. UU.

  • TER: apenas 0,02% anual. Esto significa que, si inviertes $10.000, sólo pagarías $2 al año en comisiones de gestión.
  • Diversificación: al comprar SPLG, accedes de inmediato a gigantes como Apple, Microsoft, Amazon, Tesla o Nvidia, además de sectores completos de la economía estadounidense.
  • Liquidez: al ser uno de los ETFs más grandes y transados, su spread es mínimo, lo que abarata las operaciones de compra y venta.

La combinación de costes bajos, alta liquidez y amplia diversificación convierte al SPLG en un ejemplo claro de por qué los ETFs pasivos son tan eficientes para la mayoría de los inversionistas.

Tendencias recientes en los costes de ETFs pasivos

El mundo de los ETFs pasivos también ha evolucionado en los últimos años, con tres tendencias clave:

Guerra de precios entre proveedores

Gestoras como Vanguard, iShares (BlackRock) y State Street (SPDR) han reducido al mínimo las comisiones de sus ETFs más populares. Hoy es común encontrar TER de apenas 0,02%–0,05%.

Regulación y transparencia

Los reguladores en distintos países han aumentado las exigencias de transparencia, lo que permite a los inversionistas comparar fácilmente los costes entre diferentes ETFs.

Tecnología y eficiencia

La creciente automatización de la gestión indexada ha permitido a los proveedores reducir costes operativos, trasladando parte de ese beneficio a los inversionistas.

Conclusión: costes de ETFs pasivos bajo la lupa

Los ETFs pasivos son, sin duda, una de las formas más eficientes y baratas de invertir. Sus costes muy bajos, combinados con su transparencia y diversificación, los convierten en un pilar ideal para inversionistas de todo tipo.

El caso del SPLG demuestra lo que significa la eficiencia en estado puro: con apenas 0,02% de comisión anual, puedes replicar al S&P 500 y acceder a las empresas más influyentes del mundo.

La clave al elegir un ETF pasivo está en verificar su TER, liquidez y tracking difference, y asegurarte de que el índice replicado se ajuste a tus objetivos financieros. Con estos elementos claros, estarás invirtiendo en un vehículo simple, transparente y extremadamente competitivo en costes.

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La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.