¿Cuándo conviene mover tu dinero y cuándo es mejor esperar?

Mover o no mover mi dinero. He ahí el dilema.

Imagen de blog de Holdo
Blog
Invertir en crisis
¿Cuándo conviene mover tu dinero y cuándo es mejor esperar?

“No sé qué hacer con mi dinero”. Si alguna vez te has dicho esto, no estás solo. Es una de las frases más repetidas cuando hay incertidumbre económica, volatilidad de mercados, o incluso cuando todo parece tranquilo… pero no sabes si es un buen momento para mover tus inversiones.

En este artículo abordaremos una de las dudas más complejas pero frecuentes: ¿cuándo conviene mover tus inversiones y cuándo es mejor esperar? Vamos a desglosar escenarios, evaluar estrategias y entregarte herramientas para tomar mejores decisiones financieras en crisis, pero también en momentos de estabilidad aparente.

¿Por qué sentimos la necesidad de mover el dinero?

Antes de decidir qué hacer, es clave entender por qué surge la duda. Algunas razones comunes:

  • Viste que tu fondo mutuo o portafolio bajó y quieres evitar seguir perdiendo.
  • Leíste que el dólar va a subir (o bajar).
  • Alguien te recomendó “cambiarte ahora que todavía estás a tiempo”.
  • Tuviste un cambio en tu vida: nuevo trabajo, despido, un hijo, etc.
  • Simplemente, el dinero lleva meses estancado sin crecer.

En todos estos casos, hay un elemento emocional muy fuerte: el miedo a perder o la sensación de estar dejando pasar una oportunidad. Pero actuar desde la ansiedad puede ser más costoso que esperar con estrategia.

Señales de que quizás sí conviene mover tu dinero

No se trata de nunca moverse. A veces, ajustar tu estrategia es lo más inteligente. Estas son algunas de las razones que pueden justificar un cambio:

1. Tu horizonte de inversión cambió

Si antes podías mantener tu dinero invertido durante 5 años y ahora necesitas retirarlo en 12 meses, es momento de ajustar el perfil de riesgo de tu portafolio.

2. El instrumento ya no se alinea a tu perfil

¿Invertiste en un fondo para un perfil agresivo pero no lograr soportar las caídas? Tal vez estabas mal asignado desde el inicio.

3. Estás en un producto con alta comisión y bajo rendimiento

Si existe una alternativa más eficiente, el cambio puede mejorar tus resultados a largo plazo.

4. Tu portafolio está desbalanceado

Si tenías un portafolio que inicialmente estaba enfocado en renta variable, pero la renta fija ha mostrado un mejor crecimiento, puede que necesites ajustar un poco la distribución para reequilibrar el rendimiento de tu portafolio. Existen herramientas que pueden hacer esto por ti, como la inteligencia artificial de Holdo. 

Señales de que conviene esperar

Así como hay momentos para moverse, hay otros donde lo mejor es no hacer nada. Algunas señales claras:

1. Estás reaccionando al miedo

¿Quieres salirte porque viste una caída fuerte? Puede que estés vendiendo en el peor momento. Los mercados se recuperan. Y si ya bajó, ya pagaste el costo: vender ahora puede fijar una pérdida que podrías evitar.

Puedes leer más sobre esto en nuestro artículo: Qué nos enseña la historia: cómo reaccionaron los mercados ante grandes crisis. 

2. Estás comparando con el rendimiento de otros

Es fácil pensar “debería haber invertido en…” cuando ves que un amigo ganó más. Pero cambiar de estrategia cada vez que algo parece mejor solo genera frustración (y gastos).

3. No tienes claridad sobre tus objetivos

Mover dinero sin saber para qué lo necesitas es como cambiar de avión en pleno vuelo sin saber a qué destino vas.

4. No ha pasado el tiempo suficiente

Algunas inversiones necesitan madurar. Moverse demasiado pronto te hace perder su potencial.

¿Qué hacer con mi dinero hoy? Guía comparativa según situación

A continuación, una guía con situaciones típicas y acciones recomendadas:

Aprende más sobre estrategias en tiempo de crisis en nuestros artículos ¿Qué nos enseña la historia: cómo reaccionaron los mercados ante grandes crisis?

Decisiones financieras en crisis: qué tener en cuenta

En escenarios de crisis económica o de alta inflación, la duda de qué hacer con el dinero se intensifica. Pero más que mover por impulso, el enfoque debe ser estratégico:

1. Liquidez primero

Asegura tu fondo de emergencia antes de tomar decisiones de inversión. Tener un fondo de emergencia evita decisiones desesperadas. Puede añadirle rentabilidad para evitar que se devalúe con el tiempo, con instrumentos de inversión conservadores como Wallet+ de Holdo. 

2. Dólares: diversifica tu moneda de inversión

En economías inestables, tener una parte del portafolio en dólares puede dar un potencial equilibrio frente a la inflación local. Aunque debes considerar que esta moneda tiende a fluctuar a corto plazo, por lo que debe acompañarse de una perspectiva de inversión a largo plazo. 

3. Mantén aportes periódicos

Incluso si no estás seguro de dónde invertir ahora, seguir aportando mes a mes permite aprovechar precios bajos si el mercado cae.

4. Evita “refugios milagrosos”

Cada crisis trae consigo productos que prometen seguridad total. No caigas en la trampa. Evalúa riesgos y liquidez con realismo.

Lee más sobre invertir cuando el mercado está pasando por un periodo bajo en: ¿Qué significa invertir en tiempos de crisis? 

¿Mover fondos conservadores  o esperar?

Esta es una de las preguntas más repetidas. Aquí una regla general:

  • Si tu fondo se alinea a tu horizonte y perfil de riesgo, esperar suele ser lo más recomendable.
  • Si tu fondo ya no cumple tu objetivo, o si encuentras una alternativa que se ajusta mejor, moverlo de forma gradual puede tener sentido. También puedes considerar preguntarle a un experto, existen plataformas como Holdo que te ofrecen una asesoría profesional cuando la necesites. 

Consejo clave: no salgas de un fondo solo porque bajó. Sal si no cumple lo que tú necesitas como inversionista.

¿Y si simplemente no sé qué hacer con mi dinero?

Si la respuesta es “no sé”, lo mejor es:

  1. No hacer nada impulsivo.
  2. Revisar tus objetivos: ¿para qué necesitas ese dinero?
  3. Evaluar tu perfil de riesgo.
  4. Consultar una guía profesional o automatizada (como Holdo).
  5. Mantenerlo temporalmente en instrumentos líquidos mientras decides con más información.

Recuerda: no hacer nada también es una decisión válida, si está justificada.

En resumen…

Saber qué hacer con tu dinero hoy no es una receta única. Pero sí puedes basarte en tres principios clave:

  1. No actúes por emociones, actúa por objetivos.
  2. Moverse sin dirección es peor que quedarse quieto con sentido.

Esperar también puede ser parte de una buena estrategia.

Claudio Rehbein
Claudio Rehbein

Tus objetivos son únicos, tus inversiones también deberían serlo. Agenda una asesoría.

Agendar ahora

La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.