Lo importante no es sólo mantener la calma, sino que también tener un portafolio diversificado.
La crisis financiera de 2008 no sólo fue un colapso del sistema bancario, sino también una dura lección sobre la importancia de tener un portafolio bien diversificado. En ese entonces, la exposición excesiva a ciertos activos —especialmente a instrumentos relacionados con el sector financiero— hizo que muchos inversionistas perdieran gran parte de su patrimonio.
En este artículo revisamos cómo diversificar tu portafolio frente a un eventual crash bancario y cómo aplicar lo aprendido en el rebalanceo de portafolio 2008.
A diferencia de otras crisis más sectoriales, un crash bancario afecta al sistema circulatorio de la economía: el crédito. Si los bancos no prestan, las empresas no invierten, los consumidores no gastan, y la economía se paraliza. Además, los bancos suelen estar interconectados, por lo que una falla en uno podría transmitirse al resto.
Por eso, cuando hay señales de inestabilidad financiera (como insolvencia de bancos, corridas bancarias o congelamiento del crédito), los mercados tienden a reaccionar con caídas y movimientos de pánico. Ante este escenario, tener un portafolio bien distribuido podría ayudar a resistir mejor el golpe inicial y aprovechar la recuperación posterior.
Aprende más sobre la crisis de 2008 en nuestro blog: Lecciones de la crisis 2008: impacto y recuperación.
La diversificación no es simplemente tener muchas inversiones distintas. Es tener activos que se comporten de forma diferente en distintos escenarios. En un crash bancario, eso significa combinar:
Además, en cada categoría puedes añadir diversificación interna que te ayude a amortiguar el impacto del mercado sobre tus inversiones. Lo que buscamos es que, si un sector o activo se desploma, otros amortigüen la caída o incluso suban de valor.
Una de las principales recomendaciones que surgió tras la crisis de 2008 fue la necesidad de rebalancear el portafolio con regularidad. ¿Por qué?
Durante un crash, algunos activos caen más que otros, alterando la composición original del portafolio. Sin rebalanceo, podrías terminar con una cartera más riesgosa de lo que pensabas. Por ejemplo, si tenías 60% en acciones y 40% en bonos, tras una caída de mercado ese porcentaje puede volverse 75%-25%, elevando tu exposición al riesgo sin que lo decidas conscientemente.
El rebalanceo implica volver a la distribución inicial y pensada para tu perfil de inversionista, vendiendo parte de lo que ha subido y comprando lo que ha bajado. Suena contraintuitivo, pero históricamente ha demostrado que puede ayudar a reducir la volatilidad y mejorar los retornos potenciales ajustados a cada riesgo.
Aquí algunas estrategias prácticas que puedes implementar hoy:
No dependas únicamente de las acciones o de productos bancarios. Incluye bonos, fondos de inversión inmobiliaria (REITs), materias primas, fondos indexados globales (ETF), entre otros.
Evita la concentración en un sólo mercado o moneda. Ten exposición a mercados desarrollados y emergentes, y a monedas fuertes que puedan funcionar como refugio.
En un entorno de crash bancario, la liquidez es clave. Tener una parte del portafolio en instrumentos conservadores permite responder con flexibilidad.
Estos fondos diversifican automáticamente entre varias clases de instrumento y rebalancean de forma periódica. En Holdo, creamos portafolios adaptados a tu perfil de inversionista y con rebalanceos periódicos.
Aunque ningún activo es infalible, históricamente han mostrado tender a tener una mejor resistencia a crisis bancarias:
Durante momentos de alta volatilidad, hay ciertos errores comunes que conviene evitar:
Aunque ningún crash es exactamente igual, los principios de diversificación y rebalanceo siguen estando vigentes. Hoy contamos con más herramientas y acceso a productos que antes eran exclusivos de inversionistas institucionales: ETFs globales, fondos multiactivo, roboadvisors y plataformas con bajo costo de entrada.
Por eso, el mejor momento para prepararse es cuando el mercado está tranquilo. Como decía Warren Buffett, “sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo”.
Un crash bancario puede ser difícil, pero no tiene por qué ser el fin de tu camino como inversionista. Tener una estrategia diversificada, revisar regularmente tu portafolio y mantener la calma en tiempos difíciles te permitirá no sólo proteger tu dinero, sino también aprovechar las oportunidades que otros no ven.
Invertir con inteligencia no es evitar los riesgos, sino prepararse para enfrentarlos. Y en ese sentido, las lecciones del rebalanceo de portafolio 2008 siguen más vigentes que nunca.
La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.