Conoce las 5 alertas que se manifestaron antes del crash financiero y aprende cómo reconocerlas hoy.
La crisis financiera de 2008 tomó por sorpresa a muchos, pero no a todos. Si bien su magnitud fue difícil de anticipar, existieron múltiples señales de alerta que hoy, a la luz del tiempo, resultan evidentes.
En este artículo exploramos cinco de esas señales pre-2008 que puedes aplicar para evaluar mejor tus decisiones de inversión actuales. Además, revisamos los indicadores económicos que anticiparon la crisis, qué deberías estar monitoreando hoy y qué prácticas de diversificación surgieron tras ese colapso.
Mucho antes de la caída de Lehman Brothers y el congelamiento del crédito global, ya se observaban grietas en los cimientos de la economía mundial. Estos fueron algunos de los indicadores clave que alertaron a los más atentos:
Hoy, indicadores como estos indicadores podría ayudarte a anticipar un desequilibrio potencial en el mercado. Sin embargo, recuerda que la historia no se repite y el mercado podría actuar de forma diferente ante las mismas condiciones.
Aprende más sobre los acontecimientos que resultaron en la crisis de 2008 en nuestro artículo: Lecciones de la crisis 2008: impacto y recuperación.
Tal como decíamos, no existe una fórmula mágica para prever una crisis, pero sí puedes construir un radar de señales basadas en datos históricos. Aquí algunos indicadores que conviene tener a la vista:
Combinar estos datos con una mirada crítica del contexto macroeconómico podría darte una mejor idea de cuándo ser más defensivo.
La crisis de 2008 dejó una enseñanza clave: no basta con diversificar dentro de un sólo mercado o tipo de activo. Estas son algunas de las prácticas que surgieron tras la debacle:
Estas prácticas no garantizan evitar pérdidas, pero sí minimizan impactos y mejoran la capacidad de recuperación.
Si quieres saber más sobre cómo diversificar tu portafolio en tiempos de crisis, como la del 2008, lee nuestro artículo: Cómo diversificar tu portafolio contra un crash bancario.
Basándonos en lo que ocurrió antes de la gran crisis, estas son cinco señales que podrías considerar hoy como focos de atención:
En 2008, gran parte del sistema financiero estaba sustentado en deuda. Hoy, si ves un crecimiento desproporcionado en tarjetas de crédito, préstamos de consumo o financiamiento automotriz, es momento de observar más de cerca.
Ya sea bienes raíces, acciones de moda o criptomonedas, si los precios suben mucho más rápido, hay que cuestionarse si se trata de una burbuja.
Antes de 2008, muchos inversionistas compraban instrumentos sin entenderlos. Si ves proliferación de productos que prometen retornos altos y sin riesgos claros, es motivo de cautela.
En 2008, la caída de Lehman fue devastadora porque estaba interconectado con todo el sistema. Hoy, si ves sectores o empresas demasiado grandes para caer, es buena idea diversificar fuera de ellos.
Quizás la más peligrosa de todas. Cuando todos creen que "esta vez es diferente" o que "los bancos centrales salvarán todo", es cuando más vulnerables estamos.
Las señales que precedieron la crisis de 2008 no fueron invisibles, simplemente fueron ignoradas por muchos. Hoy, con acceso a más datos y mejores herramientas, podemos aprender a reconocerlas a tiempo.
No se trata de predecir exactamente cuándo será la próxima crisis, sino de estar preparados estructuralmente para resistirla. Diversificación, atención a los indicadores correctos y una actitud crítica frente a la euforia del mercado pueden hacer la diferencia entre el pánico y la oportunidad.
La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en este blog, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.