Inversiones moderadas: Qué son y cuándo elegirlas

Las inversiones moderadas combinan renta fija y renta variable. Son ideales para inversionistas de perfil moderado que buscan equilibrio entre seguridad y rentabilidad.

¿Qué son las inversiones moderadas?

Las inversiones moderadas son estrategias de inversión que buscan un equilibrio entre riesgo y rentabilidad. A diferencia de las inversiones conservadoras, que priorizan la seguridad del capital, y de las agresivas, que persiguen altos retornos con gran volatilidad, las moderadas se ubican en un punto intermedio. Su objetivo es crecer de manera sostenida en el tiempo, asumiendo un nivel de riesgo mayor que el mínimo, pero sin exponerse a una gran volatilidad.

En la práctica, una estrategia moderada combina distintos tipos de activos. Por ejemplo, suele incluir una parte importante en renta fija (bonos, deuda privada, fondos de corto plazo) para otorgar estabilidad,  renta variable (acciones, ETFs de renta variable, y otros) y activos alternativos (deuda privada) que aportan mayor potencial de crecimiento.

Los inversionistas con perfil moderado suelen tener tolerancia a algunas fluctuaciones en el valor de sus inversiones, entendiendo que esas variaciones son el costo de acceder a una rentabilidad superior en el largo plazo. No buscan la máxima seguridad, pero tampoco desean arriesgarlo todo.

Las inversiones moderadas ofrecen una alternativa que combina seguridad y potencial de crecimiento. Son una opción ideal para quienes buscan una mayor rentabilidad potencial, pero sin correr grandes riesgos.

Características de las inversiones moderadas

Equilibrio entre riesgo y rentabilidad

No buscan la máxima seguridad ni la máxima rentabilidad, sino un punto intermedio que permita proteger parte del capital y, al mismo tiempo, obtener una mejor rentabilidad potencial.

Este equilibrio es especialmente atractivo para quienes no se sienten cómodos con la alta volatilidad de inversiones arriesgadas, pero tampoco quieren limitarse a retornos muy bajos. Así, el inversionista acepta cierta fluctuación en el corto plazo con la expectativa de obtener mejores resultados potenciales en el largo plazo.

Mezcla renta fija y renta variable

Las inversiones moderadas suelen estar altamente diversificadas. Esto significa que el portafolio incluye distintos tipos de instrumentos, como bonos, acciones locales e internacionales, fondos de inversión y, en algunos casos, activos alternativos. La diversificación permite distribuir el riesgo y reducir la dependencia de un sólo mercado o sector.

Gracias a este enfoque, una caída en un activo puede verse compensada por la estabilidad o el buen desempeño de otros. Esta estrategia busca suavizar la volatilidad general del portafolio y aumentar la probabilidad de lograr rendimientos positivos en distintos escenarios económicos.

Horizonte de inversión de mediano a largo plazo

Otra característica clave es el horizonte temporal. Las inversiones moderadas son más efectivas cuando se planifican a mediano o largo plazo, es decir, entre 3 y 10 años. En ese período, las fluctuaciones de corto plazo tienden a diluirse, y el portafolio puede capitalizar mejor el crecimiento de los activos de renta variable.

Esto las convierte en una opción ideal para metas como la compra de una vivienda, financiar estudios universitarios o preparar un plan de jubilación si tienes más de 3 años de margen en tus metas. El tiempo juega a favor del inversionista moderado, permitiendo que los retornos se acumulen y generen un efecto de crecimiento compuesto.

Perfiles que aceptan cierto riesgo

Las inversiones moderadas están pensadas para personas con un perfil que acepta cierto nivel de riesgo, pero dentro de límites razonables. Este tipo de inversionista entiende que las variaciones de mercado son normales y necesarias para obtener mayores retornos. Sin embargo, no está dispuesto a correr altos riesgos que puedan poner en riesgo sus objetivos.

En la práctica, se trata de alguien que busca un crecimiento de su capital, sin exponerse a la ansiedad de grandes caídas. Es un perfil que valora tanto la seguridad como una rentabilidad potencial superior a los de inversiones conservadoras, y encuentra en las inversiones moderadas un camino adecuado para avanzar hacia sus metas. 

Ventajas y desventajas de las inversiones moderadas

Ventajas

Adaptabilidad

Un portafolio moderado puede ajustarse bien a cambios en la economía, ya que combina activos de crecimiento con instrumentos más seguros. Esto permite que, en periodos de expansión, la renta variable aporte mayor retorno, y en momentos de incertidumbre, la renta fija entregue estabilidad. Esta flexibilidad otorga resiliencia frente a escenarios cambiantes.

Buen balance riesgo-retorno

Los retornos suelen ser moderados, pero estables y más predecibles que inversiones arriesgadas. Esto se debe a que la mayoría de los instrumentos conservadores son de renta fija, como fondos mutuos conservadores o depósitos a plazo. Esa previsibilidad facilita la planificación de metas financieras concretas. El inversionista sabe qué esperar, con un menor rango de sorpresas en el camino. 

Crecimiento sin perder liquidez

Son menos sensibles a cambios bruscos en el mercado, incluso en periodos de crisis. Los valores de estos instrumentos tienden a fluctuar menos que otras estrategias más agresivas, lo que ofrece un mayor control sobre el desempeño de la inversión. Esto las convierte en una opción adecuada para perfiles que buscan estabilidad. La volatilidad más controlada, gracias a la combinación de renta fija y variable, es uno de sus mayores atractivos frente a otras alternativas.

Buena opción para construir patrimonio

El perfil moderado es especialmente útil para personas y familias que buscan consolidar sus ahorros en el tiempo. Al equilibrar seguridad y crecimiento, resulta adecuado para proyectos importantes como educación, compra de vivienda o planificación de jubilación a mediano o largo plazo. Ayuda a proteger el esfuerzo ahorrado sin dejar de aprovechar oportunidades atractivas.

Desventajas

Menor rendimiento que estrategias más agresivas

Si el objetivo financiero es acumular un gran patrimonio a largo plazo, un portafolio moderado puede quedarse corto. Su rendimiento no suele alcanzar la misma velocidad de crecimiento que algunos objetivos pudiesen necesitar. Esto obligaría a complementarlo con otras estrategias de inversión.

Rendimientos pueden tener más volatilidad

Aunque más protegidas que otras, las inversiones moderadas no son inmunes a la volatilidad del mercado. Una recesión fuerte puede impactar tanto la renta fija como a la variable, reduciendo su capacidad de cumplir con el equilibrio que se prometía. En estos casos,  la pérdida puede ser mayor de lo que el perfil esperaba tolerar.

Expectativas poco realistas

Algunos inversionistas piensan que un portafolio moderado ofrece “lo mejor de los dos mundos”: alta seguridad y altos retornos. La realidad es que siempre hay un sacrificio: menos seguridad que en un perfil conservador y menor rentabilidad que en uno agresivo. Esta discrepancia puede generar descontento y decisiones emocionales de salida en malos momentos.

Ejemplos de inversiones moderadas

Deuda Privada

Estos activos alternativos permiten a pequeños,  medianos y grandes inversionistas participar en el financiamiento de empresas a través de préstamos estructurados, respaldados en activos o flujos de caja. Al estar diversificados en distintos sectores —como inmobiliario, energía o consumo—, reducen el riesgo de depender de un sólo deudor.

La deuda privada se considera moderada porque: ofrece rendimientos atractivos, generalmente superiores a los depósitos a plazo o fondos mutuos conservadores; tiene menor volatilidad respecto a otras inversiones, ya que las empresas que reciben el financiamiento deben cumplir con ciertos criterios de solvencia y el activo suele ser gestionado por experto; y tiene una baja correlación con los mercados tradicionales, como renta fija y renta variable.

En Chile, este tipo de inversión se ha vuelto accesible desde montos mínimos de alrededor de $5.000.000. No tiene la alta volatilidad de las acciones, pero tampoco la baja rentabilidad de instrumentos conservadores. Por eso, es una buena alternativa para quienes buscan hacer crecer su dinero en pesos, con un horizonte de inversión de mediano plazo y mayor diversificación que un depósito a plazo tradicional.

Portafolio moderado en dólares

Existen portafolios que combinan bonos internacionales y acciones de grandes empresas. Este tipo de portafolio está diseñado para mantener un equilibrio cercano al 50% en renta fija y 50% en renta variable, ajustándose a las condiciones de mercado según sea necesario.

La renta fija internacional —como bonos del Tesoro de EE.UU— entrega estabilidad y pagos de intereses periódicos. Mientras tanto, la renta variable —a través de ETFs que siguen índices como el S&P 500 o el Nasdaq— aporta potencial de crecimiento, aprovechando la solidez de empresas líderes a nivel mundial.

Este enfoque moderado en dólares es ideal para inversionistas que desean diversificar fuera del país y protegerse frente a la devaluación del peso. Al estar expuesto a distintas geografías y sectores, el portafolio reduce la dependencia de un sólo mercado. Además, permite capturar oportunidades de crecimiento global sin asumir la volatilidad compuesto sólo por renta variable.

En conclusión, un portafolio balanceado en dólares entrega un camino intermedio: seguridad y liquidez por el lado de los bonos, y crecimiento sostenido por el lado de las acciones internacionales, ajustado para un perfil de riesgo moderado.

Claudio
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